Bust of Dante Alighieri, father of the current italian language

Historia del Idioma Italiano

El italiano deriva del latín, como otras lenguas romances como el español, el catalán, el portugués, el francés o el rumano. También hay otras lenguas más minoritarias como es el caso del occitano provenzal, del gallego, del ladino o del friulano.

Desarrollo del idioma desde sus orígenes

El idioma italiano se ha desarrollado a través de un largo y gradual proceso iniciado antes de la Caída del Imperio Romano en el siglo V.

Hasta ese momento, el latín se había propagado e impuesto en todo el Imperio como “madre franca” o lengua compartida.

Antes de la Caída del Imperio, las formas autóctonas o locales del lenguaje tenían un papel muy importante en el día a día de la población y en la sociedad en general.

Sin embargo, durante siglo y especialmente durante la Edad Media, el latín fue el idioma dominante, el que se usaba en las universidades europeas, en todos los actos oficiales y en los procedimientos eclesiásticos.

Primeros escritos en italiano

Los primeros documentos escritos en lengua vernácula, es decir, en la lengua hablada por el pueblo, se remontan al año 960.

Estos textos son los denominados “Placiti Cassinesi”, dato que demuestra que algunos territorios cercanos a la ciudad de Capua, en Campania, pertenecieron a un monasterio de monjes benedictinos.

Desde los inicios del siglo 13 se empezó a publicar en italiano regional una gran cantidad de literatura, especialmente poemas. Las contribuciones más importantes y promovidas fueron realizadas por poetas sicilianos en dicho siglo. A ellos les precedieron figuras toscanas tan renombradas como Dante Alighieri, Giovanni Boccaccio y Francesco Petrarca.

Los fundamentos del italiano moderno

Desde una perspectiva histórica no es erróneo afirmar que el toscano, la prestigiosa y reconocida variedad de italo-romance usada por los tres poetas más importantes del 1300 (Alighieri, Boccaccio y Petrarca), pueda ser considerada como las base del italiano moderno.

El italiano que conocemos hoy en día es el resultado de un largo proceso de evolución y de debates sobre cómo debería ser la forma correcta del lenguaje, que comenzaron ya en el año 1600. De todo ello, una de las cuestiones que permaneció fue qué tipo de italiano debería ser hablado. Aunque a finales del 1900 muchos escritores y personajes culturales fueron inspirados por el modelo toscano, hay muchos factores histórico-sociales que caracterizan el idioma que se deben tener en cuenta.

Durante siglos, y hasta la Unificación de Italia en 1861, el país estaba dividido en múltiples estados (de los cuales la mayoría se encontraba bajo dominio extranjero). Cuando se produjo esta unificación en 1861, se tomó la decisión de elegir el toscano como idioma oficial del país.

Sin embargo, en la población italiana existía una tasa elevada de analfabetismo, que se prolongó mayoritariamente en las zonas rurales hasta 1950.

Como resultado, los dialectos fueron usados como lengua cotidiana durante siglos y por ello cualquiera que fuera capaz de expresarse y comunicarse en italiano usaba los aspectos léxico-gramaticales y fonéticos pertenecientes a dichos dialectos locales o regionales.

Uso de los dialectos en Italia

El uso de los dialectos en Italia representa una situación única respecto al resto de Europa. Hoy en día los dialectos se siguen usando en diferentes partes de Italia como una manera informal de comunicarse en diferentes situaciones sociales y con la familia.

Contrariamente a la creencia popular, los dialectos son usados ampliamente en ciertas regiones de Italia (no solo por las generaciones mayores). Aunque es cierto que entre la población joven predomina el uso del italiano estándar, muchos de ellos son capaces de usar, o al menos entender, su propio dialecto en situaciones informales.

También vale la pena recordar que los dialectos, como los propios acentos, pueden sufrir muchas variaciones incluso en la misma región.

Cojamos como ejemplo el toscano. Aunque no constituyan verdaderos dialectos, el acento florentino se diferencia notablemente del de Pisa o Livorno, y este a su vez difiere del de Lucca o Arezzo.

En otras regiones es más fácil reconocer las diferencias dialectales entre lugares de la misma provincia o incluso entre los que se encuentran a pocos kilómetros entre ellos.

Dialectos e italiano regional

Durante mucho tiempo, los dialectos han sido incorrectamente considerados “los familiares empobrecidos y deficientes” del italiano estándar (desarrollado principalmente a raíz del dialecto toscano). Sin embargo, constituyen una importante riqueza cultural.

De hecho, en los últimos 50 años muchos de los términos usados en las regiones de la Toscana, Véneto, Nápoles y Sicilia han sido introducidos en el idioma nacional. Por ello no resulta extraño que los dialectos hayan sido estudiados por lingüistas y utilizados por poetas y escritores.

En el pasado existía un prejuicio hacia ellos. La gente pensaba que eran usados únicamente por los agricultores y la clase obrera en contraste con el italiano estándar, destinado a la Burguesía. Estudios actuales han revelado que en Véneto, una de las regiones más desarrolladas a nivel económico, alrededor de la mitad de la población se comunica en dialecto, tanto con los amigos como con la familia.

Lo único que debes hacer es recorrer algunas de las bellas e históricas ciudades del Véneto como Venecia, Padua, Treviso, Verona o Vicenza para darte cuenta de la actual presencia de los dialectos en los centros históricos.

La propagación del italiano estándar

En 1950, debido a la situación de reconstrucción política, social y económica del país, menos del 20% de la población italiana hablaba con fluidez el italiano en su vida cotidiana.

El índice de analfabetismo estaba presente en varios grupos de población. La Constitución de la República Italiana, proclamada en 1948, incluyó el derecho a la educación para todos los ciudadanos.

Aun así, en ciertas situaciones este derecho no estaba completamente garantizado. El acceso a una educación superior y a la universidad estaba mayormente reservado para niños pertenecientes a familias acomodadas. En cambio, los niños de familias campesinas y de clase obrera eran concebidos únicamente como un recurso económico para la familia.

Aunque la ley obligaba la permanencia en la escuela hasta los 18 o 20 años, (posteriormente se realizaba el servicio militar) muchos niños no pudieron siquiera terminar la educación primaria.

Uno de los hechos que tuvieron más impacto en la puesta en marcha de la unificación del lenguaje fue la aparición de la televisión.

Las primeras emisiones regulares de televisión tuvieron lugar en el año 1954. Había solo un canal de la RAI, la compañía de radiodifusión italiana pública. No fue hasta el boom económico, entre 1958 y 1962, cuando la televisión empezó a convertirse realmente en un medio capaz de reunir a las personas y de desarrollar modelos lingüísticos y programas culturales.

Entre 1960 y 1968, la RAI produjo un programa vespertino llamado Non é mai troppo tardi (Nunca es tarde) presentado por el profesor Alberto Manzi. Como resultado, mucha población analfabeta aprendió a leer y escribir. Se estima que en ese período alrededor de un millón y medio de personas adquirieron su certificado de estudios primarios.

De esta manera, la propagación del italiano estándar se produjo gracias al crecimiento económico, el aumento de la calidad de vida y la proliferación de programas de televisión educativos y lingüísticos.

La televisión y el italiano estándar: una relación interesante

La televisión pública en sus primeros 20 años de existencia estaba caracterizada por tener una función educativa. Sin embargo, también se encontraban algunos aspectos negativos.

Desde la comercialización de la televisión en los años 80 los programas han ido priorizado el entretenimiento y el ofrecimiento de temas banales. De hecho, se encuentran programas que muestran una “irreal realidad” caracterizada por comportamientos simples y vulgares.

Con el paso del tiempo, este hecho se ha convertido en un aspecto muy negativo en la educación cultural de las generaciones más jóvenes y ha introducido un lenguaje mucho más simple, lleno de argot, carente de palabras y sintaxis e incluso, incorrecto. Se trata de un “populismo lingüístico” diseñado para atraer a los jóvenes y a las masas carentes de educación cultural.

Empobrecimiento del idioma

El italiano es un idioma rico de vocabulario, expresiones idiomáticas y sustantivos. De hecho, los diccionarios más completos pueden contener entre 80.000 y 250.000 entradas.

Las investigaciones llevadas a cabo hace un par de años antes de la muerte del reconocido lingüista italiano Tullio de Mauro (1932-2017) confirman que aproximadamente la mitad de la población usa solamente 3.000 palabras en una conversación diaria.

Además, investigaciones similares confirman que en ciertos grupos de población (no necesariamente los más desfavorecidos) se usan incorrectamente algunos aspectos gramaticales fundamentales como el subjuntivo. En ocasiones simplemente es excluido o ignorado. Gracias al decreto de estado de 2007 la edad de escolaridad obligatoria se elevó de 14 a 16 años. Esto quiere decir que en la actualidad los estudiantes deben realizar al menos 10 años de formación escolar: 5 años para educación primaria, 3 para la educación secundaria obligatoria y 2 para el bachiller.

Cabe destacar que las escuelas y los familiares son los principales responsables de proporcionar a los niños una educación lingüística y cultural adecuada.

Sin embargo, este proceso educativo no se lleva siempre a cabo, debido a distintos factores. En ocasiones las escuelas no proporcionan un aprendizaje que sea capaz de desarrollar las destrezas y conocimientos críticos de los estudiantes. A su vez, se debe tener en cuenta el auge de las tecnologías referidas a los teléfonos móviles o tablets y redes sociales. Por todo ello, el número de estudiantes que leen es muy reducido y la falta de hábitos de lectura disminuye las capacidades de escritura y de redacción.

Como resultado, en las facultades científicas de algunas universidades los exámenes de italiano han sido elegidos como método para medir las capacidades de los alumnos. La Accademia della Crusca, institución de lingüística y filología italiana ubicada en la Villa di Castello de los Medici en Florencia, es el organismo encargado de controlar y registrar cualquier fenómeno o cambio lingüístico.

Préstamos lingüísticos

Desde el nacimiento de la República Italiana en 1946, el idioma italiano se ha enriquecido con términos extranjeros.

Esta riqueza lingüística ya caracterizaba  el idioma italiano antes de que fuera invadido por las palabras francesas para hablar del mundo de la moda, las inglesas para hacer referencia al mundo del deporte y las alemanas para la filosofía y el psicoanálisis.

El régimen fascista italiano consiguió deshacerse de estas “contaminaciones” extranjeras y controlar el idioma italiano. Para poder ver sus efectos solo tienes que pensar en el deporte nacional italiano: el fútbol. Fue introducido en Italia a finales del año 1800 de la mano de un par de hombres ingleses. En este periodo fascista algunos de los términos ingleses fueron en consecuencia eliminados y cambiados.

Por ejemplo la palabra gol pasó a llamarse “rete”, penalty “calcio di rigore”, offside “fuorigioco” y corner se convirtió en “calcio d’angolo”. En 1934 y 1938 Italia ganó la Copa Mundial de Fútbol y sirvió para aumentar el ridículo orgullo nacional de los fascistas.

En ocasiones la nacionalización del lenguaje puede llegar a ser exagerada. Por ejemplo, en los doblajes italianos de películas de Hollywood. En “Lo que el viento se llevó” la actriz Scarlett O’Hara pasa a ser la italiana Rossella.

Después de la guerra y hasta 1970 el francés era el principal idioma extranjero que se enseñaba, aunque a la vez se imponía el inglés a través de la música y la cultura. Obviamente, en los últimos 40 años el inglés se ha convertido en el idioma principal que se enseña en las escuelas y en ciertos sectores como el turismo, las relaciones públicas y en temas relacionados con los negocios tiene una mayor prevalencia.

El italiano como cultura en el extranjero

Fuera de Italia, el italiano solo se habla en el Cantón del Tesino, en Suiza, y en algunas comunidades de Istria (entre Eslovenia y Croacia). Sin embargo, durante cerca de 40 años, el italiano ha llamado la atención de gente de cualquier edad y de cualquier parte del mundo. A consecuencia de esto, empezaron a nacer muchas escuelas de idiomas en Italia y se empezaron a crear una gran variedad de cursos en el extranjero: escuelas de idiomas i universidades, entre otros. También se creó el Instituto Italiano de la Cultura.

La principal motivación por la que muchos extranjeros han decidido empezar a aprender italiano ha sido el amor por este país, por su historia y su cultura.

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